12 posturas increÃbles para penes pequeños con las que conseguir el máximo placer. ¡Que empiece la diversión!
El perrito
La postura del perrito es un clásico para conseguir el orgasmo que funciona muy bien. No solo es muy placentero para ti, sino que también lo será para tu chico.
A él le da sensación de control y a ella le da la posibilidad de doblarse hacia delante apoyando sus codos o brazos y apretar y juntar las piernas para acortar el canal vaginal. De esta forma, la penetración es más profunda.
También será de ayuda si tus músculos del suelo pélvico están fortalecidos, ya que de esa forma serás capaz de agarrar el pene con fuerza y aumentar el placer de los dos.
El sabueso
Parece una variación de la postura del perrito, pero si lo pruebas podrás comprobar que si arqueas la espalda notarás una diferencia sustancial.
Para realizar esta postura, también tienes que ponerte a cuatro patas, pero esta vez deberás apoyarte sobre tus antebrazos, arquear la espalda y subir el trasero para que tu pareja pueda acoplarse por completo a tu cuerpo.
Una ventaja adicional es que tu chico podrá acariciar mientras tanto todo tu cuerpo, asà como tus pechos, de forma que estimules cualquier parte de tu anatomÃa.
El ventilador
No acabamos de entender por qué se le denomina a esta postura “el ventiladorâ€, pero sea como sea, es una buena opción si tu chico no es un gigante en determinadas zonas. Con esta posición, el hombre penetra a la mujer alcanzando una profundidad que no se puede lograr con otras posturas.
En este caso, el chico penetra a la mujer por detrás, controlando el movimiento y acariciando el clÃtoris con el pene mientras puede sujetar sus pechos con las manos.
A medida que su pelvis se incline levemente, podrás sentir los beneficios de esta profundidad extra durante la penetración, perfecta para estimular las paredes de la vagina y el punto G.
La montaña mágica
Es parecida a las que ya hemos visto, pero en este caso las almohadas son excelentes apoyos para esta posición.
Los cojines dan a esta postura mayor facilidad para su realización. ArrodÃllate enfrente de las almohadas y apóyate sobre ellas, mientras que él debe inclinarse de rodillas sobre ti, con sus piernas algo más abiertas y te penetra desde atrás.
Para una sensación adicional, prueba a apretar los muslos mientras él se sumerge en ti. ¡Cuanta más fricción, más placer!
La esfinge
Para la posición de la esfinge, túmbate apoyando tu estómago boca abajo mientras sostienes tu peso con los antebrazos. En cuanto a las piernas, una debe estar estirada hacia detrás y la otra doblada hacia un lado.
Tu pareja, por su parte, debe estar ligeramente encima de ti, apoyándose sobre sus brazos y realizando la penetración desde atrás.
La presión de su cuerpo sobre tu pelvis va a generar un placer extra para ti mientras que él podrá tener la sensación de que sois uno.
Cowgirl al revés
La postura de la cowgirl a la inversa es sin duda una de las mejores posiciones que hay. En ella, el hombre se tumba boca arriba mientras ella se sienta encima de él, pero de espaldas. Es decir, los dos tienen que mirar en la misma dirección.
En esta postura el trabajo depende sobre todo de ti. Es la mujer quien tiene que hacer movimientos firmes con su pelvis hacia delante y hacia atrás. De esta forma se consigue una gran estimulación del clÃtoris y, por lo tanto, será más fácil alcanzar el orgasmo.
Además, él también disfrutará especialmente, pues esta postura estimula los testÃculos. ¡Suena divertido!
La nota X
Tanto el nombre de esta postura como la imagen son bastante explicativas… Debes extender y abrir todo lo que puedas tus piernas para conseguir una penetración extra y mayor contacto con el clÃtoris.
Si no notas nada, ten en cuenta que va a ser un gran ángulo para él asà que… ¡Déjale disfrutar!
La pierna arriba
Para esta postura, túmbate boca arriba y levanta una pierna. Deja que tu chico se siente entre medias de tus dos piernas colocando la que está levantada sobre su hombro. El hecho de subir la pierna le permite al hombre llegar más profundamente y asà conseguir un extra de placer para ti.
Es la mejor postura para un contacto total con tu pareja, pues os estáis mirando fijamente y él tiene una mano libre para acariciarte y tú puedes hacerlo con las dos… ¡Que empiece el juego!
La mariposa
Con un pene pequeño, la clave está en conseguir el ángulo perfecto durante la penetración. Esto no significa que vayan a ser siempre posturas sencillas, pero probar cosas nuevas es divertido y merece la pena.
Por ejemplo, en esta postura debes tumbarte sobre una superficie plana y levantar tu pelvis, de forma que esto le permita introducir su pene en mayor profundidad y alcanzar tu punto G más fácilmente.
Si se hace bien, conseguirás mucho placer. Recuerda que el truco es poner tu trasero en el borde de la superficie e ir probando cómo se sientan más cómodos.
El águila
Puede parecer incómoda, pero piensa en el objetivo de esta postura: conseguir el máximo placer. Tu chico debe sentarse de rodillas enfrente de ti. Entonces tú te tumbas sobre él y levantas las piernas, que tu chico debe sujetar para que no te canses demasiado.
Esta postura realmente te permitirá relajarte y disfrutar mientras él hace todo el trabajo, y si varÃa la intensidad y la velocidad de la penetración, notarás lo buena que puede ser esta posición. ¿Y recuerdas cuál es la clave para alcanzar el orgasmo? Por supuesto, ¡la relajación!
El Aguila
La tumbona
No te asustes por la imagen, ¡no es tan difÃcil como parece! En esta posición todo gira en torno a la penetración. Nada más que la penetración.
Aunque te vas a poder estar mirando, él deberá apoyarse con sus manos hacia atrás, por lo que no podrá acariciarte mientras te penetra. Tú deberás estar tumbada boca arriba apoyada en una almohada y poner tus pies sobre sus hombros. Si quieres una sensación más intensa, prueba a poner un cojÃn también al final de tu espalda.
Lo mejor de esta postura es que tú misma podrás controlar la profundidad y la velocidad de la penetración, ya que serás tú quien se mueva hacia arriba y hacia abajo.
La Tumbona
El loto
Con un bonito nombre llega una sensación maravillosa. El loto es una de esas posiciones con las que casi podrás asegurarte un orgasmo.
En ella tienes que tumbarte boca arriba y doblar las piernas mientras que tu chico se tumba entre tus piernas y te penetra desde arriba. Para que no tengas que soportar el peso de tu pareja, lo mejor es que él se apoye sobre los antebrazos.
Además de la ventaja de que la chica tiene las manos libres para estimular las zonas erógenas de su pareja, lo mejor es que la fricción de ambos va a proporcionar un placer extra. Y más si él aprovecha para susurrate al oÃdo y acariciarte con sus labios.